El viaje de Pedro Tafur es un recorrido apasionante por el orbe conocido en el siglo XV. Es un preludio de lo que al final de la centuria será una explosión de viajes y el descubrimiento del Nuevo Mundo.
Introducción
Para un viajero del siglo XXI, volar de Madrid a Tokio y regresar no lleva más de 24 horas. Sin embargo el viaje que el cordobés Pedro Tafur (1410-1480) realizó por el Mediterraneo, Europa y Oriente Próximo, entre 1435 y 1439, duró cuatro años, tras los cuales escribió un libro sobre su periplo que hoy conocemos como El viaje de Pedro Tafur y que dedicó a Fernando de Guzmán, Comendador mayor de la Orden de Calatrava.
El manuscrito, hoy perdido, fue dado a conocer por Marcos Jiménez de la Espada en 1874, quien encontró una copia del original en la librería del Colegio mayor de San Bartolomé de Cuenca en Salamanca y lo editó bajo el título «Andanças é viajes de Pero Tafur por diversas partes del mundo avidos (1435-1439)».(1)
El relato del viaje
Viajar en el siglo XV no era fácil, la forma más rápida de hacerlo era en barco y Pedro Tafur describe los distintos tipos de naves que utilizó en el viaje; naos, galeas, fustas, carracas, etc., generalmente aparejadas por genoveses. Participó en varios combates como el intento de asalto a la fortaleza de Gibraltar, aún en manos de los moros, dirigido por el conde de Niebla, que se saldó con la derrota y muerte del conde. Menciona el autor a los salteadores de caminos o la amenaza constante de los “catalanes”, que asaltaban naves por todo el Mediterráneo. Al salir de Sanlúcar de Barrameda, dice en referencia a estos: “É yo aderescé mis cosas como las tenía aparejadas, é metíme en una carraca de Gerónimo de Voltajo, que estaba con otras dos, una de Esteban Doria, é otra de Gerónimo Doria, todas de Genova, é avíen tomado gentes para su defensión por rezelo de los catalanes.”
Pedro Tafur, en compañía de un séquito, recorrió todos los centros de poder político, económico y religioso de su época. El objeto de su viaje era “visitar tierras extrañas; porque, de la tal visitación, razonablemente se pueden conseguir provechos cercanos á lo que proeza requiere”, aprovechando para ello “la tregua fecha entre nuestro señor el rey Don Juan é los moros nuestros naturales enemigos”. Su condición de noble y embajador del rey Juan II de Castilla le abrió las puertas de todas las cortes y palacios que visitó: Roma, Venecia, Florencia, Ferrara, Génova, Milán, El Cairo, Alejandría, Jerusalen, Contantinopla, Basilea, Estrasburgo, Colonia, Budapest, Viena, Napoles, etc.
De los lugares que visitaba hacía una descripción de la ciudad, su régimen político, la factura de sus casas y defensas, la riqueza de sus tierras y mercados, el carácter de sus gentes y sus costumbres. Hace mención de sus encuentros con las personalidades políticas de la época: el Papa Eugenio IV, el emperador Bizantino Juan VIII, el emperador del Sacro Imperio Segismundo de Hungría, el sultán mameluco de Egipto o el sultán Turco. Hay que mencionar que cuando Pedro Tafur visita Constantinopla, esta ciudad no había caído aún en manos de los turcos pero cuando escribe el libro hace mención a la conquista de la ciudad por el sultán Mehmed II (1453).
Siguendo a Ángel Luís Molina (2), el viaje se puede dividir en las siguientes fases:
Primer viaje: Sanlúcar de Barrameda, Génova, Pisa, Bolonia, Venecia, con visita a Roma y algunas otras ciudades italianas. Otoño de 1436 hasta 9 de mayo de 1437.
Segundo viaje: a Oriente: Palestina, Egipto, Bizancio, Turquía, con regreso a Venecia (9 de mayo 1437 al 22 de mayo de 1438).
Tercer viaje: al Imperio alemán y ciudades limítrofes de los Países Bajos, Polonia, Austria e Italia hasta Ferrara (22 de mayo de 1438 a 19 de enero de 1439).
Cuarto viaje: Regreso a España por el Adriático y Mediterráneo hasta Cerdeña, en donde queda interrumpida la narración en el manuscrito (19 de enero de 1439 hasta la primavera del mismo año).
¿Era Pedro Tafur cordobés?
Pedro Tafur era un hidalgo castellano, descendiente de uno de los conquistadores de Córdoba, Pedro Ruíz Tafur (3). La primera controversia que surge sobre nuestro viajero está en relación con su lugar de nacimiento. La opinión más aceptada es que nació en Sevilla, el mismo viajero dice que es natural de esa ciudad. Relata en su obra que se encontraba en El Cairo, capital del sultanato mameluco de Egipto, conversando con el intérprete (trujamán) del Sultán: «É estuve allí dos dias antes que viese al Soldán, é en estos dos dias, fablándo el Trujamán comigo muchas cosas é preguntándome dónde era, ovo de saber de mí como yo era castellano natural de Sevilla, é él ovo mucho placer comigo, por que ansí mesmo él era de Sevilla». (4)
A pesar de esto, Rafael Ramírez de Arellano disiente de la opinión mayoritaria y afirma que Pedro Tafur «realmente nació en Córdoba, según afirmación de Juan de Carasa Zapico, casi su contemporáneo, de Ambrosio de Morales, Aderete, el Dr. Morales o su hermano el P. Alfonso García, Nicolás Antonio, Vaca de Alfaro y tantos cuantos hablaron del intrépido viajero cordobés.» Además, añade el historiador, en esa época la palabra natural no significaba nacido y se decía natural de una población al que tenía en ella su ascendencia y bienes, aunque hubiera nacido en otra parte. Así, Doña Leonor López de Córdoba… en la memoria que escribió de orden de la Reina, dice ser natural de Córdoba y que había nacido en Calatayud (5).
Nicolo de Conto
Ramírez de Arellano se reafirma en el origen cordobés de Pedro Tafur alegando que a lo largo del relato este dice ser natural de lugares distintos y que lo hace para adaptarse en cada momento a su interlocutor, buscando su interés y seguridad personal. Estando en el monte Sinaí, dice Ramirez de Arellano, se encontró con una caravana de camellos que venía de la India, de «especierías e perlas e piedras e oro, e perfumes, e lienzos, e papagallos, e gatos de la India, e otras muchas cosas que se reparten por el mundo». En ella viajaba el veneciano «Nicolo de Conto»(6), famoso viajero medieval, que preguntó a Pedro Tafur quien era y que hacía allí, respondiendo este: «e yo le dixe, como era de Italia e me había criado con el rey de Chipre, e que había venido á Babilonia por su mandado al Soldan». Nicolo no le creyó y Tafur, finalmente, aclaró que «era fidalgo e caballero natural d´España, e como vine al Santo Sepulcro e de allí á Babilonia, con entención de venir al monte Synay, e de allí pasar á la India.» El encuentro del veneciano con Pedro Tafur es uno de los episodios más destacados del libro, ya que está acreditado que Niccolo di Conti viajó desde Europa a la India y regresó tras veinticinco años, historia que fue escrita por el humanista italiano Poggio Bracciolini.
Los graneros de Ioseph
Los que apuestan por su origen sevillano se basan también en que hace continuas referencias a personajes que conoció en Sevilla o a comparaciones de los edificios y monumentos que encuentra en su viaje con la Giralda. Por ejemplo dice que la altura de las pirámides de Giza, a las que denomina «graneros de Ioseph», es mucho mayor «que la torre mayor de Sevilla». Sin embargo también es cierto que utiliza esas comparaciones con otros lugares de España. Cuando está en Venecia dice que la Plaza de San Marcos es «mayor que la de Medina del Campo», y que cada jueves «se faze mercado, sé que mejor quel de la Torre del Campo, aldea de Jahen». Estando en Viena dice: «Esta çibdat está sobre la ribera del Dinuvio, é es muy grande tanto como Córdova».Es decir, las ciudades, villas y edificios españoles le sirven para compararlos con los que va visitando, y a lo largo del libro encontramos muchos ejemplos en este sentido.
Las referencias a Córdoba también aparecen cuando nuestro viajero está en la península de Crimea, en la ciudad de Cafa (Fedosia), que pertenecía al imperio de los tártaros, pero que estaba ocupada por los genoveses que tenían licencia para comerciar. Allí había un mercado de esclavos provenientes de naciones cristianas; armenios, rusos, bulgaros, etc., capturados por los tártaros, por lo que el Papa había dado bula para comprarlos y evitar que cayeran en manos del Sultán y su conversión al islam. Así, Pedro Tafur relata que “allí compré yo dos esclavas é un esclavo, los quales oy tengo en Córdova é generación dellos.”(7)
El concejo de Córdoba
Lo que no es discutible es que Pedro Tafur, después del viaje, se asentó en Córdoba, donde fue nombrado caballero Veinticuatro del Concejo de Córdoba. Ramirez de Arellano enumera todas las actas del Concejo de Córdoba donde aparece nuestro ilustre viajero. En las fotografías que acompañan a este artículo figura una captura de la diligencia de toma de posesión de la villa de Fuente Obejuna por parte de la ciudad de Córdoba, en el año de 1476, en el que consta el nombre de Pedro Tafur como uno de los caballeros Veinticuatro que asisten al acto, junto a otros cuatro regidores de la ciudad y que puede consultarse en el Archivo Municipal de Córdoba (8).
Notas de la historia
La descripción que hace Pedro Tafur de la flora y fauna de los lugares que visita no está a la altura de una expedición científica pero no dejan de ser interesantes notas de historia natural. Por ejemplo, de la fauna del rio Nilo describe a los elefantes de los que dice que “paresce como que tengan entendimiento”, las jirafas (xirafas), que tienen “el cuello tan alto como una razonable torre”, o los cocodrilos (cocatriz), que “… suelen salir fuera del agua cinco ó seys pasos, é quando faze sol están mucho adormecidas.” Incluso se refiere a los hipopótamos “… que son cavallos ni más ni ménos, salvo que lo de la boca tienen tan ancho como lo de la frente, é salen pegado con el agua á pacer”, aunque nuestro viajero no los vio personalmente.
Bibliografía:
(1) Jiménez de la Espada, Marcos (1874). Andanças é viajes de Pero Tafur por diversas partes del mundo avidos (1435-1439). Madrid: Imprenta de Miguel Ginesta. https://archive.org/details/andancaseviajesd01tafu/page/n7/mode/2up. Consultado el 29 de junio de 2020.
(2) Molina Molina, Á. (2011). Pedro Tafur, un hidalgo castellano en Tierra Santa y Egipto. Cuadernos de Turismo. Universidad de Murcia, (n.º 27), p.644.
(3) Jiménez de la Espada. Andanças é viajes de Pero Tafur por diversas partes del mundo avidos (1435-1439) p.145: “… é yo ansí mesmo aquellas armas traygo é de aquel mesmo linaje vengo; é aquel Don Pero Ruyz Tafur, que fué principal en ganar á Córdova era nieto del conde Don Estevan Yllan, fijo ó nieto de aquel Don Peryllan príncipe que ya dixe.”
(4) Ibid. p.78
(5) Ramirez de Arellano, Rafael (1901) «Estudios biográficos: Pero Tafur» en Boletín de la Real Academia de la Historia, 41, Madrid, p. 274-275.
(6) Niccolo di Conti. https://es.wikipedia.org/wiki/Niccol%C3%B2_Da_Conti. Consultado el 29 de junio de 2020
(7) Jiménez de la Espada. Andanças é viajes de Pero Tafur por diversas partes del mundo avidos (1435-1439). p.162
(8) Archivo Municipal de Córdoba. https://cultura.cordoba.es/equipamientos/archivo-municipal-de-cordoba. Consultado el 30 de junio de 2020
Autor : José Morales
José Morales es escritor y editor del blog Córdoba en la Historia.