Córdoba tuvo un puerto fluvial a orillas del Guadalquivir del que aún no hay evidencias arqueológicas directas, pero que fue citado por fuentes romanas, árabes y cristianas.
Portus cordubensis
Los arqueólogos estiman que el puerto fluvial de Córdoba estaba situado en la margen derecha del Guadalquivir, aunque la ausencia generalizada de intervenciones arqueológicas y la alteración viaria producida por la construcción de la carretera nacional N IV, dificultan la localización de las infraestructuras generadas por el comercio fluvial. (1)
Las excavaciones arqueológicas(2) desarrolladas en el entorno de la Puerta del Puente durante 1999/2000, documentaron infraestructuras relacionadas directamente con las instalaciones portuarias de Corduba. En esta zona se localizó una triple puerta de época julio-claudia y una plaza que comunicaba con la zona del río y sus embarcaderos, mediante unas escalinatas que partían de los vanos laterales de la puerta.
Es en el entorno del puente y en la actual avenida del Alcázar donde debieron disponerse almacenes y fabricas de diversos tipos, como las alfarerías o centros de envasado y exportación de aceite, sedes de diversas societates comerciales, tabernaes, templos o santuarios(3).
El Betis era navegable
La ubicación geográfica de Córdoba ha sido uno de los factores que han hecho que la ciudad fuera un lugar estratégico desde la antigüedad. El acceso desde el mar mediante barcos de medio y pequeño calado y la confluencia de los caminos de Sierra Morena, facilitó la exportación de minerales, aceite, vino y trigo, convirtiéndose en un centro comercial de primer orden.
El geógrafo griego Estrabón, en su obra Geografía(4), describe el río Guadalquivir, al que los romano llamaban Betis, con estas palabras: “El Betis, a lo largo de sus orillas, está densamente poblado y es navegable corriente arriba casi mil doscientos estadios desde el mar hasta Córduba y lugares situados un poco más al interior… Así pues, hasta Híspalis la navegación se efectúa en embarcaciones de tamaño considerable…, y hasta Córduba en lanchas fluviales hechas hoy día con maderos ensamblados, pero que antiguamente se confeccionaban a partir de un solo tronco.”
Los romanos disponían de una serie de funcionarios encargados de la administración y control del comercio. Algunos de ellos eran responsables del mantenimiento de ríos, canales y azudes que facilitaban el transporte, como el procurator Augg(ustorum) ad ripam Baetis. En la cara este de la Giralda de Sevilla se localizó un ara romana que tiene una inscripción conmemorativa. En ella, los scapharii (barqueros de puerto) agradecen la gestión de Sexto Julio Possessor, Procurador Imperial de las orillas del Betis, por su integridad y excepcional sentido de la Justicia.
Wadi al-Kabir, el río grande
El cronista andalusí Ibn Hayyán comenta que el 16 de marzo del año 975, cayó en Córdoba una lluvia pertinaz que duró varios días. El río Guadalquivir (Wadi al-Kabir) creció mucho y se desbordó por el Arrecife, que está por el lado del Puente y la Puerta de Hierro, interrumpiendo el paso de la gente. Unos vecinos del arrabal de Sabular que iban hacia sus casas, llamaron a un bote y se embarcaron para bajar por el río; pero apenas había dado el barquero unos golpes de remo los cubrió un ola muy recia que hizo naufragar el bote, muriendo todos menos el barquero que sabía nadar muy bien. (5)
El mismo autor hace referencia de nuevo a que el río Guadalquivir era navegable en Córdoba. Cuando el Emir ‘Abd al-Rahman II se encontraba enfermo, pidió a sus sirvientes que lo subieran a la parte más alta del Alcázar para contemplar el paisaje que lo rodeaba. “Desde allí divisaba el desierto del Arrabal, el que está delante del Alcázar, el cual el Emir exploró con su mirada, contemplando también las colinas de la Campiña y delante de ella el río, por donde los barcos bajaban y subían. El Emir alegró su espíritu, se aireó y dió gozo a su corazón”. (6)
Los Sotos de la Albolafia
Hoy día el paso del río Guadalquivir por el casco urbano de Córdoba nos deja un espectáculo difícil de ver en otras ciudades europeas, un soto lleno de barras de arena, vegetación de ribera, viejos molinos y una gran cantidad de aves acuáticas que dejan asombrados a los visitantes. Este espacio natural, Sotos de la Albolafia, fue declarado monumento natural en 2001 y es uno de los atractivos de la ciudad. Para dar más realce al entorno del río, en sus orillas están situados varios monumentos históricos de primer orden, como la Mezquita-Catedral, el Alcázar, la Puerta del Puente, la Torre de la Calahorra o el Puente romano. Pero en esta zona falta un lugar histórico del que solo nos quedan las fuentes históricas clásicas y algunos indicios arqueológicos: el puerto fluvial de Córdoba.
Notas de la historia
Fernán Pérez de la Oliva, humanista cordobés que llego a ser rector de la Universidad de Salamanca, propuso al Ayuntamiento de Córdoba en 1524 recuperar la navegación del Guadalquivir como fuente de riqueza. Esto se recoge en su obra Razonamiento sobre la navegación del Guadalquivir: “Haced vuestro rio navegable, y abrireis camino por donde vais a ser participantes della y por donde venga a vuestras casas gran prosperidad, de la cual no será Sevilla el puerto, como hasta aquí, si le dais subida a vuestra ciudad”.
Bibliografía:
(1) León Pastor, Enrique. Portus Cordubensis. Anejos de anales de arqueología cordobesa. (2009-2010). Convenio GMU-UCO. Córdoba. p. 56.
(2) León Pastor, Enrique., op cit., p 58.
(3) Vaquerizo Gil, Desiderio. Ad ripam Baetis: Corduba/Colonia Patricia, simulacrum romae. El río Guadalquivir. Junta de Andalucía. 2008. Sevilla p. 193.
(4) Estrabón., Meana, M., & Piñero, F. (1992). Geografía. Libros III-IV. Madrid: Gredos. p.51
(5) Hayyán, Ibn. Anales Palatinos del Califa de Córdoba Al-Hakam II. Sociedad de Estudios y Publicaciones. 1967. Madrid. p. 249.
(6) Arjona Castro, Antonio. En torno a la vida y la muerte del Emir ‘Abd al-Rahman II. Boletín de la Real Academia de Córdoba. Nº 100. 1979. Córdoba p. 251.
Créditos imágenes:
— Vista de Córdoba (1567). Anton van den Wyngaerde. Material de dominio público.
— Puente romano de Córdoba. Fotografía del autor.
— Puente romano y molinos árabes. Colección Luque Escribano – Archivo Municipal Córdoba
— Río Guadalquivir – Sotos de la Albolafia. “Creative Commons” por Rafaelji, licencia bajo CC BY-SA 3.0
Autor : José Morales
José Morales es escritor y editor del blog Córdoba en la Historia.